El proyecto consiste en una heladería ubicada en El Nogal, Bogotá, inspirada en las heladerías argentinas de los años 50, especialmente en las playas de San Clemente del Tuyú de 1947. El diseño combina una estética playera y vintage con materiales contemporáneos, evitando caer en lo meramente nostálgico. Con una paleta de naranja y crema, toldos a rayas, mobiliario metálico y elementos cinematográficos, el espacio busca ser fotogénico, evocador y memorable para amantes del diseño y la experiencia gastronómica.